EDIFICIO DEL LICEO HAYDEE AZOCAR: Un conflicto que sigue latente.


         ¿Qué ocurre con el Edificio del Liceo Haydee Azocar de Balmaceda? ¿Ha terminado el conflicto entre la municipalidad y la comunidad educativa?

       Hasta octubre del año 2010, un grupo de alumnos del Liceo Haydee Azocar Mansilla llamaba a un movimiento estudiantil que reclamara el cambio de rubro que tendría el inmueble ubicado en la calle Balmaceda con Errazuriz en la comuna de Buin. Su intención, era proteger el edificio de una presunta venta que habría hecho la Municipalidad de Buin de toda la cuadra que involucraba, el liceo, la Iglesia Santos Ángeles Custodios y el Liceo Moderno Cardenal Caro, entre las calles Balmaceda, José Joaquín Pérez, Carlos Condell y Errazuriz, algo que no se logro confirmar del todo. Pero uno de los destinos más real, es el de convertir este edificio en un Centro Cultural, declarándolo inmueble de conservación histórica o monumento histórico. Como historiador, comprendo el valor que posee este edificio y lo importante que es conservarlo como fuente de memoria histórica para la comuna de Buin, pero ¿Qué genera el conflicto en la comunidad respecto a la iniciativa municipal? A continuación, parte de su historia.

El Edificio del actual Liceo Haydee Azocar Mansilla (Liceo A-131) nace en 1891 como la Escuela Superior de Hombres Nº1, su entrada principal se ubicada en la calle Del Colegio, actual Carlos Condell, de ahí el antiguo nombre de esa calle. En este establecimiento solo se impartieron clases hasta 6to de preparatoria, es decir, hasta los 13 años de los alumnos. Asistían principalmente hijos de campesinos que llegaban de los diferentes fundos de Buin. Posteriormente, el 16 de abril de 1953, la escuela es fusionada con la Escuela Superior Nº 2 de mujeres, ubicada en Manuel Montt, formando de esta forma la llamada Escuela Consolidad de Experimentación de Buin, mediante Decreto Nº 2204, durante el gobierno de don Carlos Ibáñez del Campo, bajo la conducción de la directora, la señora Haydee Azocar Mancilla. Aumenta, de esta forma, de 6 a 12 años de escolarización. Esta articulación tenía como objetivo integrar un proceso educativo coordinado y diversificado, bajo una sola dirección, desde párvulos, educación primaria, humanidades y técnica. Aparece el primer colegio mixto de Buin. En 1957, la comuna conto con sus primeros egresados de sexto año de Humanidades, evitando con ello el viaje de los jóvenes a la capital, para obtener sus títulos, algo sin duda histórico.

Ampliar el campo de estudio, permitió mejorar el conocimiento de los jóvenes, elevando el nivel de cultura, del entonces Departamento de Maipo.

En 1978, la Escuela Consolidada cambia de nombre a Liceo A Nº 131 de Buin. Posteriormente, en 1982, se aplico la política nacional de descentralización de la Educación, pasando el Liceo a depender de la I. Municipalidad de Buin.

Durante el gobierno del presidente Ricardo Lagos, se inauguro una nueva sede, trasladando a mediados del año 2001, toda la sección básica al establecimiento ubicado en el sector de El Diamante, en la calle el Rodeo, mientras que primero y segundo medio, comenzó a desarrollar sus jornadas en el antiguo establecimiento.

El terremoto del 27 de febrero del 2010, genero una política gubernamental que impidió el ejercicio de la educación en inmuebles de adobe, dejando al establecimiento de Balmaceda, sin alumnos, a pesar de no encontrase en serio daño estructural.

Al respecto, el municipio de Buin tiene claras intenciones de convertir este importante edificio en Monumento Histórico, para que de esta forma no se pierda el valor educacional y cultural que tiene para los vecinos de Buin, logrando con ello conservar y destinarlo a actividades culturales, recreativas y sociales. Pero en octubre del año 2010, variadas marchas de alumnos evidenciaron su descontento respecto al destino del inmueble y el grado de empoderamiento que los jóvenes alumnos y ex alumnos demostraron cuando vieron amenazada la identidad y su historia. El edificio en sí, no se perdería, pero sí, las funciones que en el se desarrollarían, dejando a tras, en el pasado, algo que para ellos, sigue siendo presente. Cada vez que se ve amenazada una identidad, se produce un conflicto social que no es considerado, trabajado ni discutido en la sociedad, pues no se visibiliza hasta antes de su manifestación. Pero el del liceo ya no es inexistente, por lo tanto, debe ser tratado con  la responsabilidad política que merece, pues si se pretende ignorar un movimiento educacional que exclama ser escuchado, se cierran las puertas a un dialogo que es posible, abriendo paso a las manifestaciones propias de quien se siente reprimido. La discusión aun está abierta y el dialogo ciudadano sigue latente. Aunque hasta ahora sea invisible no faltara el detonador que lo provoque nuevamente. Para eso se debe estar preparado.

Mientras exista un sistema democrático representativo en Chile, que impida una participación ciudadana, o sea un sistema democrático participativo, en la toma de decisiones que modifiquen y cambien su realidad social, este tipo de conflictos entre el Estado y la Sociedad Civil seguirán presentes. En la actualidad solo por la vía de la voluntad política se podría abrir un puente al dialogo, pues no hay ley que lo exija. El tipo, la forma y el resultado del dialogo ciudadano y democrático siempre definirá el tipo de acción resultante. Puede ser efectiva si se consideran ambas opiniones, estando dispuesto siempre a ceder argumentos a favor del otro, o de lo contrario, la acción puede terminar siendo devastadora, deslegitimizando como siempre y haciendo inviable por lo general, las vías de participación democráticas entre las instituciones publicas y el pueblo.

         La relevancia histórica de este inmueble se debe a su importancia en la historia de la educación comunal especialmente a la que le otorga la comunidad educativa que trabaja en el o estudiaron en el, debido a los diversos procesos que en su interior se generaron y que permitieron promover mayores aspectos culturales e intelectuales en ellos. Este es un edificio que representa un proceso educacional y cultural que se vivió no solo en la comuna de Buin, sino que también a nivel nacional. Es por ello que es necesario abrir espacio al campo del debate y la discusión ciudadana entre la comunidad, que es quien le otorga valor al edificio y la municipalidad, si aquí el tema no es si se protege o no, sino que se toman decisiones sin considerar a los dueños de casa. Para evitar los conflictos de este tipo debe existir un cambio en la constitución de 1980 o la voluntad política que permita abrir un espacio al dialogo que cubra la necesidad ciudadana de poder opinar.



Víctor Manuel Huerta Araneda
Historiador

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