VIÑA SANTA RITA: Un testigo silencioso de nuestra historia local.



El mundo rural ha sido siempre un escenario importante para la historia de Chile, pues nos ha permitido definir el tipo de sociedad que ha existido en nuestro país, desde la colonia, hasta muy avanzado el siglo XX. Muchos historiadores hablan de una sociedad latifundista, marcada por una fuerte diferenciación social entre patrones y campesinos. Cuando nos cuentan esa historia, la vemos lejana y creemos que nada tiene que ver con nosotros haciendo difícil apropiarnos de ese pasado a pesar de estar viviendo en uno de sus escenarios más importantes. El siguiente ejercicio de memoria busca hacer que quienes vivimos en Buin y Paine, nos reconozcamos con la historia de Chile a partir de nuestras propias experiencias locales como es el caso de la historia del Fundo “Lo Jara” o “Hacienda de Paine”, que hoy es conocida como la Viña de Santa Rita.

Durante el siglo XVII la producción de trigo fue muy importante para todos los poblados al sur del río Maipo, pero la plantación y cultivo de las viñas comenzaron muy lentamente a tomar importancia, alcanzando actualmente un renombre a nivel internacional. Una de esas viñas destacadas es la que actualmente conocemos como la Viña Santa Rita, ubicada en Alto Jahuel a unos 5 kilómetros al este del centro de Buin.

Muchos de nuestros antepasados campesinos se dedicaron a esta actividad, destacando en esta oportunidad la actual zona rural conocida como Viña de Santa Rita, tal vez debido al nombre con que fue conocido el antiguo poblado de Alto Jahuel, que incluso llegó a ser una comuna.

Entre sus primeros dueños aparece Ignacio Olivo, Pedro García de la Huerta, del general Melchor de la Jaraquemada y Paula Jaraquemada. Según algunos escritos, en tiempos de doña Paula, la propiedad era conocida como el Fundo “Lo Jara” o la “Hacienda de Paine” y su extensión llegaba a cuatro mil hectáreas, en sitios que hoy conforman la actual comuna de Buin y Paine, conocido como el Tablonco.

En 1814, Chile enfrentaba su proceso de independencia, librando recordadas batallas con los ejércitos leales al Rey, como la acontecida en Rancagua, donde el General Bernardo O’Higgins, tras haber sido derrotado, solicita refugio junto a 120 soldados patriotas en la casa de doña Paula Jaraquemada. Ella los escondió en el subterráneo de su casa, asustada pero decidida, pues conocía la crueldad con que los talaveras castigaban a los que traicionaban el gobierno colonial. Doña Paula los enfrentó en el corredor lanzándoles un brasero para que no pudieran irrumpir en su morada. Este pasaje histórico es el que ha quedado grabado en los envases del vino conocido como el de los “120 de Santa Rita”, en honor a aquellos 120 patriotas protegidos por doña Paula Jaraquemada. Hoy la gran casona, capilla y bodegas coloniales donde fueron refugiados los patriotas son considerados un Monumento Nacional, por decreto del 24 de octubre de 1972, que dice:

El Parque de la Viña Santa Rita, en Alto Jahuel, incluyendo la casa principal, la casa que fue de doña Paula Jaraquemada, la capilla y las bodegas, con una superficie aproximada de 40 has. y con los siguientes deslindes: norte camino acceso al fundo Santa Rita; sur, el mismo camino desde Alto Jahuel; este, prolongación del mismo camino; y oeste, canal Huidobro”

Al morir, doña Paula Jaraquemada, sus tierras fueron vendidas a Manuel María Figueroa. Su viuda sería la que posteriormente vendería la Hacienda a Domingo Fernández Concha, quien remodelaría la casa de estilo pompeyano, la llenaría de tapices, retratos y lámparas finas, construyéndole en 1885, una capilla de estilo neogótico, de manos del arquitecto alemán Teodoro Burchard. Según fuentes de la viña, uno de los restauradores de la Capilla Sixtina en el Vaticano viajó desde Florencia a Chile, sólo para recuperar esta capilla, donde ofició misa el Canónico don José María Maston Ferratti, quien más tarde se convertiría en Papa, bajo el nombre de Pío IX.

En 1880, Domingo Fernández Concha fundaría la “Viña Santa Rita”, que en ese entonces tenía una superficie de 2.598 hectáreas donde le fueron introduciendo nuevas y finas cepas francesas en sus suelos, ampliando, junto con ello, el sistema de regadío proveniente del río Maipo

Al morir Domingo Fernández Concha, heredan sus tierras sus hijas y sus respectivos esposos: Mercedes Fernández de Irarrázabal y su esposo Fernando F. Irarrázabal; Amelia Fernández de Undurraga y su esposo Luis A. Undurraga; María Luisa Fernández de García y su esposo Vicente García Huidobro.

La viña se desarrolló bajo la tutela de la familia García Huidobro, encabezada por Vicente García Huidobro.

            Tras el intento de revertir el proceso de Reforma Agraria desarrollado en la década del 60, es que en los años ochenta los terratenientes que quisieron recuperar sus tierras, no volvieron a trabajarlas bajo el antiguo sistema latifundista, sino más bien, se modernizaron bajo el sistema económico conocido como Neoliberalismo. Se comienza a desarrollar en nuestras comunas el concepto de Empresa Agrícola, aquella que utiliza grandes porciones de cultivo de exportación, generando un proceso de Agroindustria cultivando uvas y vinos para ser exportados.

            La relación entre el patrón y el peón o campesino desapareció, formándose pequeños poblados o aumentando la población de los ya existentes como lo fue el caso de Buin, Paine y el pequeño pueblo de Alto Jahuel. Muchos de estos campesinos vendieron sus tierras a las empresas agroindustriales y se fueron a vivir bajo nuevos estilos de vida, ya no trabajando como inquilinos para el patrón, sino más bien como empleados remunerados para una empresa.

Bajo el contexto descrito anteriormente es que 1980, el Grupo Claro, liderado por Ricardo Claro Valdés y la empresa Owens Illinois, principal productora de envases de vidrio del mundo, adquirieron la propiedad de Viña Santa Rita, consistente en sus marcas, la planta de Alto Jahuel y 50 hectáreas de viñas adyacentes a ésta. En el año 1982, lanzan la línea de vinos 120 de Santa Rita. En 1988 el grupo Claro adquiere la totalidad de la viña, ampliando en 1992 sus tierras a 2.860 hectáreas.

Hoy, la viña Santa Rita posee relaciones comerciales con muchos países, creando empresas como la ubicada en Inglaterra donde crearon la “Santa Rita Europe Limited”, en Estados Unidos la “Santa Rita USA Corp” con oficina en Miami y en el 2010 crean la empresa “Santa Rita Asia Pacific” con oficina en Shangay.

Cabe destacar la importancia que tiene actualmente la viña en nuestra localidad, porque es testimonio vivo de lo que fue nuestra historia, haciéndose conocida en todo el mundo, como una viña que una vez formo parte de Paine y Buin, que adquiere protagonismo durante el proceso de nuestra independencia y que actualmente posee aquellos silenciosos inmuebles que son testigos mudos de ese pasado local y nacional.

Lograr conservar esa historia, impregnada en la memoria que representan la casa de doña Paula Jarquemada y la Viña Santa Rita, es la tarea que como habitantes del lado sur del río Maipo, tenemos que asumir y hacer respetar, por el valor que como chilenos le damos. Hoy solo nos queda el deber de traspasar esta historia a nuestros hijos, hermanos, padres, amigos y estudiantes, porque un pueblo sin memoria está condenado a ser olvidado.


Por Víctor Manuel Huerta Araneda
Historiador local.



Cualquier comentario o sugerencia comunicarse a vhuertaaraneda@gmail.com

Fuentes:
-          Archivo histórico de Agustín Arellano. Alto Jahuel. Buin.
-          Decreto N°2017. Santiago de Chile, 24 de octubre de 1972. Consejo de Monumentos Nacionales.
-          Huerta A., Víctor Manuel. “Cruzando el río Maipo: La historia de la comuna de Buin…”. Buin. 2010.
-          http://www.santarita.com/chile/nosotros/historia/
-          Pardo, Jorge y Vilches, Edgardo. “Buin, Entre la tradición rural y los avances modernistas”. Santiago de Chile, 2007.
-          Winesofchile.org


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